La terapia de ultrasonido postoperatorio, utiliza ondas ultrasónicas de alta frecuencia para tratar áreas específicas del cuerpo después de una cirugía.
Los beneficios del ultrasonido son los siguientes:
Reducción de la inflamación en la zona tratada, disminuyendo el dolor, la hinchazón y la fibrosis.
Mejora la circulación sanguínea en el área, lo que facilita la entrega de nutrientes y oxígeno a los tejidos acelerando el proceso de curación.
Alivio del dolor: tiene efectos analgésicos y relajantes en los músculos y tejidos.
Reducción de cicatrices quirúrgicas. En algunos casos puede reducir, incluso, las cicatrices hipertróficas o queloides.
Estimula la producción de colágeno y la regeneración de tejidos, acelera el proceso de curación.
Es un procedimiento no invasivo que no causa molestias ni efectos secundarios significativos.
Puede utilizarse en combinación con otros tratamientos como fisioterapia o ejercicios de rehabilitación para potenciar los resultados y mejorar la recuperación.